¿A quién le importa #RoRo ?

El fenómeno viral que se suscitó últimamente en las redes sociales sobre la creadora de contenido RoRo nos sirve como un buen ejemplo de cómo la actual batalla cultural nos genera puntos de vista sesgados y generalmente radicalizados. Donde cada bando ideológico solo está queriendo ver lo que les conviene y les sirve para reforzar que ellos y solo ellos son dueños de la verdad.

Pero, ¿quién es RoRo?

Rocío Bueno es una creadora de contenido española de 21 años que entre sus amigos le dicen RoRo y, por lo tanto, así fue como se identificó en sus distintas redes sociales. Su contenido de videos en TikTok muestra recetas de cocina muy elaboradas y con métodos tradicionales de cocina. Y aunque no lo creas, un simple contenido de recetas se convirtió en contenido viral y desató polémicas tan grandes que hasta el ministerio de igualdad español participó haciendo declaraciones de que era un contenido sexista, machista y que perpetúa los roles tradicionales de género.

Pero, no creas que mientras cocina está en bikini o con un buen escote. No, lo que cautivó a la audiencia masculina es su tono de voz aniñada, su actitud tierna de que no mata ni una mosca y sobre todo que habría sus videos diciendo "Hoy a Pablo se le antojó...". (Pablo es su novio). Lo cual suscitó que la audiencia masculina rápidamente llenara los comentarios de sus videos en donde expresaban que ellos querían ser Pablo o que ellos querían una novia como RoRo. Y bueno. Los videos en redes sociales, entre más comentarios tienen, el algoritmo lo interpreta como un contenido que genera interés y decide mostrarlo a más usuarios. Y de esta forma fue que ocurrió que su primer video a tan solo en 3 días tuvo más de 45 millones de vistas.

Este fenómeno suscitó que colectivos feministas financiados por el ministerio de igualdad español salieran a las redes sociales a dar la batalla cultural contra el contenido que perpetúa los roles tradicionales de género, tomando a Rocío Bueno (RoRo) como su enemiga pública. Entre sus pocos brillantes argumentos, decían que su tono de voz dulce, aniñado y complaciente era un tono de voz impostado. Que se fomentaba en las comunidades mormonas de Estados Unidos como una forma de mantener sometidas a las mujeres. Que RoRo era la llegada del fenómeno de las TradWives a España. Y que su maquillaje perfecto, sus joyas, su cabello perfecto y su grata sonrisa eran propias de las mujeres de la ultraderecha.

Por el otro lado. También los grupos tradicionales la tomaron como bandera para mostrar cómo las feministas solo defienden la libertad de las mujeres, siempre y cuando sigan el camino que las feministas marcan como el camino correcto. Y elevaron a RoRo a símbolo. Símbolo de lo que los hombres buscan en una mujer. Y símbolo del cómo es una mujer que sí es femenina y valiosa para la sociedad.

Ambos grupos se posicionaron, ya que habían encontrado en RoRo la fórmula perfecta para que ambos bandos se atrincheraran y sacar sus mejores frases lapidarias en contra de sus adversarios ideológicos. Las redes sociales se llenaron de videos de gente opinando de ambos bandos. Y los internautas nos vimos embestidos en una cantidad de argumentos simplones y que mostraban más de los resentimientos y complejos de los participantes, que realmente hacer un análisis de la libertad de elección de las personas.

RoRo dijo que ella era feminista, pero que eso no significaba que ella fuera dejar de cocinar y de cocinarle a Pablo. Ya que era algo que ella disfrutaba mucho. Sin embargo, esta pugna social en la que se vio envuelta sí tuvo impacto en su contenido. Y sus en videos actuales ya no dice que está preparando algo para Pablo. Incluso en una entrevista declaro que Pablo era el que se encargaba de la limpieza de la cocina y que, debido a su nueva e inesperada fama, Pablo ya tenía competencia porque le estaban lloviendo pretendientes.

Rápidamente, los grupos tradicionales salieron a decir que RoRo ya había sido doblegada por la agresividad de los colectivos feministas. Y que si el comentario de que con la fama le habían llegado muchos pretendientes, lo hubiera hecho Pablo, las feministas estarían pegando el grito al cielo.

Las feministas, por su lado, no dejaron de difundir que su contenido era un peligro para la sociedad, ya que estaba trayendo a España la moda de las mujeres tradicionales que está empezando a tener mucho éxito en Estados Unidos.

¿A dónde quiero llegar con esto?

Al parecer, Rocío Bueno es una chica de 21 años que, al igual que la mayoría de las personas, se encuentra viviendo su vida de la forma que ella y solo ella considera la mejor manera para disfrutarla. Y que de forma inesperada se vio envuelta en una discusión sobre la libertad para cocinar o no cocinar a su novio (LoL). En un mundo donde todos tienen derecho a opinar sobre tu estilo de vida, siendo lo menos importante lo que tú quieres. Convirtiendo al individuo solo en un sujeto político apreciable o despreciable, según el bando. 

Dejando varios mensajes en el camino desde la perspectiva maniqueísta de los colectivos.

• Si le cocinas a tu novio, una parte de la sociedad te considerará esclava.
• Si le cocinas a tu novio, una parte de la sociedad te considerará una mujer ejemplar.
• Si tienes una voz dulce, una parte de la sociedad te va a considerar una mujer adoctrinada para ser servicial.
• Si tienes una voz dulce, una parte de la sociedad te va a convertir en su amor platónico.

Rocío Bueno fue lo último que les interesaba, tampoco sus recetas. Lo importante era su estilo considerado de ultraderecha por los colectivos feministas. Y que podía ser un icono para valores tradicionales por parte de los colectivos de la derecha. Redujeron a RoRo a un simple meme para mostrar sus fobias y tirarse  piedras como salvajes en su batalla cultural.

Batalla cultural que justamente no les permitió ver que la libertad se encuentra en algún punto en la zona central de sus extremos.